Ábreletu corazón al Señor. Para lograrlo, hay tres condiciones o estados de tu corazón que son necesarios para cumplir los sueños de Dios en tu vida. La primera condición es
2 Pídele a Dios que siembre sus sueños en tu corazón, que aumente tu fe para hacer todo lo que Él tiene para ti y que te guíe en la lectura de la Biblia para conocer el propósito del que quiere que seas parte. Confianza confiar en Dios. Antes de empezar a leer cierra tus ojos y pídele a Dios que te permita conocerle mientras lees la Biblia.
Deverdad pensaba que un futuro con Seth era la voluntad de Dios para mi vida. Parecía que Dios estaba concediendo los «deseos de mi corazón»: la universidad de mis sueños, el chico de mis sueños, y mi sueño de una vida perfecta. Sueños destrozados, una puerta cerrada. En medio de mi primer semestre en la universidad,
Ydijo Faraón a José: Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo interprete; mas he oído decir de ti, que oyes sueños para interpretarlos. Respondió José a Faraón, diciendo: No está en mí; Dios será el que dé respuesta propicia a Faraón. Entonces Faraón dijo a José: En mi sueño me parecía que estaba a la orilla del río; y que del río subían siete vacas

Juan14:27. La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden. La paz es lo que la mayoría de nosotros necesita para dormir. Dios nos da una paz eterna e inmutable que debería ayudarnos en los momentos de dificultad.

Sueñode Jacob - Y salió Jacob de Beerseba, y fue para Harán. Y llegó a cierto lugar y pasó la noche allí, porque el sol se había puesto; tomó una de las piedras del lugar, la puso de cabecera y se acostó en aquel lugar. Y tuvo un sueño, y he aquí, había una escalera apoyada en la tierra cuyo extremo superior alcanzaba hasta el cielo; y he aquí, los Diosle regaló una mirada clara. Miraba las cosas con la mirada de Dios. Por eso ve­nían a consultarlo. Le traían sus angustias y sus esperanzas, sus proyectos y sus mie­dos, y se llevaban una visión de verdad sobre sí mismos. Lograban intuir cuál era el pa­pel en el sueño que Tatá Dios tenía para ellos. ZhCY6FV.
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